lunes, 29 de marzo de 2010

lunes, 22 de marzo de 2010

BASE LEGAL

Se trata de un conjunto de asignaturas que la Ley Orgánica de Educación (LOE) ha incorporado como novedad en el sistema educativo español.
Estas asignaturas son obligatorias y evaluables para toda clase de centros educativos, sean públicos, concertados o privados. Su finalidad es, según la Exposición de Motivos de la LOE, “ofrecer a todos los estudiantes un espacio de reflexión, análisis y estudio acerca de las características fundamentales y el funcionamiento de un régimen democrático, de los derechos y principios establecidos en la Constitución Española y en los tratados y las declaraciones universales de los derechos humanos, así como de los valores comunes que constituyen el sustrato de la ciudadanía democrática en un contexto global”.
Entre los contenidos de la asignatura, que son dictados por el Gobierno a través de reales decretos, se incluyen expresamente cuestiones y enfoques que afectan directamente a la formación moral de los alumnos.

POLEMICA GENERADA




Desde que se conociese la intención gubernamental de implantar EPC se levantó una viva polémica motivada por la fuerte oposición a esta asignatura entre sectores conservadores españoles, que afirman que el Estado asume la educación moral de los individuos, sustrayendo a los padres el derecho a decidir dicha educación para sus hijos.
Por su parte, el gobierno sostiene que la asignatura servirá para educar "en valores democráticos y de tolerancia"[]
El
Partido Popular se ha mostrado contrario a la asignatura. En palabras de Alicia Delibes, viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid:[] Se trata de una educación con un contenido moral y político, de un sesgo muy determinado. [...] La izquierda pretende conducir la voluntad de los niños y moldear sus conciencias.
La
Iglesia Católica se ha opuesto a ella, tachándola de totalitarista.[6] Los puntos más criticados son los que se refieren a la educación sexual, la enseñanza de familias multiparentales u homosexuales mediante una visión alternativa a los valores tradicionales, y el fin laicista y de adoctrinamiento estatal[.] El arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, señaló que los centros que impartan esta asignatura "colaborarán con el mal".
Algunos sectores de la izquierda anarquista efectúan una crítica a ella,
[9] al indicar que se induce al sistema de democracia parlamentaria en detrimento de otras formas de organización social, y la ideología ciudadanista en oposición a la tradicional ideología socialista de la lucha de clases. Otros sectores de la izquierda -de los cuales el filósofo Carlos Fernández Liria es el más visible- critican la asignatura y a sus promotores por ofrecer una "farsa" biempensante llamada "ciudadanía" al tiempo que colaboran en su destrucción alentando lo que denominan la "voracidad capitalista".[]
La negativa del Gobierno Español a aceptar la "
objeción de conciencia"[11] a la asignatura llevó a algunos padres a recurrir a los tribunales superiores de justicia de sus comunidades autónomas, con resultado desigual.
Los tribunales superiores de justicia de
Cataluña[] y Asturias[ ]rechazaron la posibilidad de la objeción al considerar que ni la regulación jurídica ni los contenidos de la asignatura vulneran los derechos fundamentales recogidos en la Constitución. El de Baleares dictaminó que esta materia "no incide en valores religiosos sobre posiciones morales o ideológicas"[. ]También, el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria resolvió negar la objeción de conciencia.[ ]Por el contrario, el de Andalucía admitió a trámite en marzo de 2008 el recurso presentado por cinco particulares contra la asignatura. En mayo de 2008, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra[16] rechazó suspender cautelarmente la obligatoriedad de la asignatura.
El
28 de enero de 2009 el Tribunal Supremo, tras dos días y medio de deliberaciones, unificó doctrina dictaminando en contra de la objeción a la asignatura por una amplia mayoría de 22 votos a favor y 7 en contra.[][]
La doctrina establecida por la sala del Supremo fue recogida por el
Tribunal Supremo de Justicia de Castilla la Mancha, que dictaminó negar la objeción de conciencia en los recursos planteados.[19] Así mismo, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía resolvió denegar los recursos interpuestos por los padres que solicitaron anular y dejar sin efecto los suspensos impuestos a los alumnos objetores que no asistían a clase.[20] En el mismo sentido, el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha resuelto negar la objeción estableciendo que "la ética no puede ser neutra" en el sentido de carecer de contenido valorativo, y que EpC "tan sólo trata de dotar a los alumnos de unos mínimos referentes y valores para vivir en sociedad y en pacífica y democrática convivencia con el resto de los ciudadanos".[] Sin embargo, el 23 de septiembre de 2009 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León se alejó del dictamen del Tribunal Supremo y reconoció el derecho de los padres a objetar a la asignatura, argumentando el conflicto ideológico que supone el que sus hijos recibiesen una educación contraria a sus creencias religiosas, éticas o morales.[]

Asignatura de educación para la ciudadanía

Educación para la Ciudadania y los Derechos Humanos es el nombre de una asignatura diseñada para el último ciclo de la Educación Primaria y toda la Educación Secundaria en España por el Parlamento Español de acuerdo con la Ley Orgánica de Educación. Consiste en la enseñanza de los valores democráticos y constitucionales.
La asignatura cumple con una recomendación del
Consejo de Europa en el año 2002 donde se afirma que la educación para la ciudadanía democrática es esencial para la misión principal del Consejo, como es promover una sociedad libre, tolerante y justa, además de contribuir a la defensa de los valores y los principios de libertad, pluralismo, derechos humanos y Estado de Derecho, que constituyen los fundamentos de la democracia. Para ello recomienda a los Gobiernos de los Estados miembros que hagan de la educación para la ciudadanía democrática un objetivo prioritario de las políticas y reformas educativas
Contenidos de la asignatura
El contenido aparece en el Real Decreto 1513/2006 de 7 de diciembre, por el que se regulan la enseñanzas mínimas de la Eduación Primaria y el Real Decreto 1631/2006 de 29 de diciembre, por el que se establecen la enseñanzas mínimas correspondientes la Educación Secundaria Obligatoria.
A continuación se indican los títulos de cada bloque para Educación Primaria y Secundaria.
En
Educación Primaria
Bloque 1.- Individuos y relaciones interpersonales y sociales
Bloque 2.- La vida en comunidad
Bloque 3.- Vivir en sociedad
En
Educación secundaria -en España comprende la Educación Secundaria Obligatoria (España) (ESO) y el Bachillerato)-
Bloque 1.- Aproximación respetuosa a la diversidad
Bloque 2.- Relaciones interpersonales y participación
Bloque 3.- Deberes y derechos ciudadanos
Bloque 4.- Las sociedades democráticas del siglo XXI
Bloque 5.- Ciudadanía en un mundo global

DICCIONARIO CIUDADANIA

GLOSARIO DE TERMINOS

Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos
Es el nombre de una asignatura diseñada para el último ciclo de la
Educación Primaria y toda la Educación Secundaria en España por el Parlamento Español de acuerdo con la Ley Orgánica de Educación. Consiste en la enseñanza de los valores democráticos y constitucionales.

Ciudadanía
La pertenencia a una determinada comunidad política. Esta otorga una serie de derechos y
obligaciones que deben ser respetados. Entre los derechos puede citarse el derecho a votar y elegir a las autoridades que se consideren pertinentes, como asimismo participar de cualquier bien que se derive de la participación comunitaria. Entre las obligaciones puede citarse, a modo de ejemplo, la obligación de pagar impuestos; puede resumirse este aspecto en el cumplimiento de la ley en general.


Ciudadano
En el Consejo de Europa se es cada vez más consciente de que términos como «ciudadano» y «ciudadanía» no son estables ni admiten una definición única.
En el contexto de la ECD, el término ciudadano puede definirse en términos generales como «una persona que co-existe en una sociedad». Esto no significa que la idea de ciudadano en relación con el Estado Nación ya no es pertinente o aplicable, sino que, como el Estado Nación ha dejado de ser el único centro de autoridad, ha tenido que darse una definición más general del concepto.


Lugar de ciudadanía
Es el término que designa una forma nueva o innovadora de vida democrática. Dichos lugares son proyectos locales de base que intentan dar vida a los principios de la ciudadanía democrática moderna y aplicarlos. Un lugar de ciudadanía puede incluir un conjunto de actividades similares realizadas en una zona local específica, en una serie de zonas geográficas o, incluso, en todo un país.

La educación para la ciudadanía democrática (ECD)
Ha surgido a partir de programas más tradicionales, como los de educación cívica o instrucción cívica. A grandes rasgos, la ECD hace hincapié en la experiencia individual y la búsqueda de prácticas destinadas a promover el desarrollo de comunidades comprometidas con las relaciones verdaderas. Afecta al individuo y a sus relaciones con los demás, la creación de identidades personales y colectivas, y las condiciones de la vida en comunidad, entre otros muchos aspectos. Uno de los objetivos fundamentales de la ECD es la promoción de una cultura democrática, respetuosa de los derechos humanos, una cultura que permita a las personas desarrollar el proyecto colectivo de crear comunidades. Para ello, intenta reforzar la cohesión social, la comprensión mutua y la solidaridad.
En su calidad de iniciativa educativa, la ECD se dirige a todas laspersonas, independientemente de su edad o papel en la sociedad. Se extiende, por tanto, mucho más allá del ámbito escolar, en el que a menudo se imparte por primera vez. La ECD es un proceso de aprendizaje permanente centrado en los siguientes objetivos: participación, colaboración, cohesión social, accesibilidad, equidad, responsabilidad y solidaridad. Por consiguiente, la ECD es un conjunto de prácticas y actividades desarrolladas con un enfoque «de abajo arriba» que tiene por objeto ayudar a los alumnos, los jóvenes y los adultos a participar activa y responsablemente en los procesos decisorios de sus comunidades. La participación es fundamental para fomentar y reforzar una cultura democrática basada en la sensibilización respecto a valores fundamentales compartidos – tales como los derechos humanos y las libertades, la igualdad a pesar de las diferencias y el Estado de Derecho– y el compromiso con ellos. La ECD se concentra en la puesta a disposición de oportunidades permanentes de adquisición, aplicación y difusión de conocimientos, valores y capacidades relacionados con los principios y procedimientos democráticos en una gran variedad de entornos de enseñanza y aprendizaje formales y no formales.